La sanidad no sólo es un derecho sino un activo para una sociedad. Para prestar la mejor atención y asistencia médica en cualquier nivel es preciso que todo funcione correctamente en los centros hospitalarios, generando espacios que garanticen el confort y bienestar de pacientes, familiares y profesionales sanitarios.
El mantenimiento debe ser estudiado como un conjunto de actividades encaminadas a obtener de las instalaciones básicas, sus redes de distribución, los aparatos de uso médico, el instrumental y en general todo lo recogido en su ámbito de acción, el mayor grado de uso y disponibilidad con la mayor garantía y calidad posibles mediante técnicas y sistemas de trabajo adecuado a la norma laboral del medio y a las reglamentaciones vigentes. Estas técnicas de conservación y mantenimiento han de ser aplicadas por profesionales exclusivamente dedicados a entrenamiento cotidiano de utilización que los usuarios deben conocer y aplicar.