La sustitución de contadores es una medida que ya se aplica en otros países de la UE, como Alemania, donde la vida útil de estos aparatos se fija en seis años para los contadores de agua fría y cinco para los de agua caliente.
En España, hasta ahora el período de vida útil de los equipos lo establecían las empresas responsables de la gestión de los contadores, como el Canal de Isabel II, en Madrid; Agbar, en Barcelona, o Aqualia; mientras que en Andalucía lo fija la propia comunidad autónoma.
Actualmente, un 50% de los tres millones de contadores que hay en España tienen más de doce años y éstos tendrán que ser sustituidos en los próximos tres años, mientras que el otro 50% restante irá cumpliendo los doce años en años próximos.